Sole
Encontré tu rostro perdido de Amor,
lleno de fiebre por la sombra del Sol.
Profeta
Alguien dijo: Una palabra tuya bastará para sanarme.
Yo digo: no hay palabra, ni alfabeto, sólo gestos.
Llegué
Desnudo, vulnerable ante el Universo
Carne de la carne sin materia,
destejiendo abrigos
zurciendo memorias.
Antes
Trepábamos árboles de ramas caídas y hojas secas,
nos abrazamos en la fruta del amor escondido.
Perplejo
De papel el barquito zarpó
robándote sueños en aguas servidas.
Ayer
He decidido ser minoría,
darme cuenta que el mundo continuará sin mí.
Hoy
Redoblo la apuesta.
Zenón en la orilla
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