Tener palabra propia,
y regalarte atardeceres otoñales,
bajo el añejo álamo de su gris perlado
Sentirme brisa fresca en húmedas narinas
y poros atrayendo calandrias en celo
Desnudo de naturaleza pura,
acariciando la palma de tu mano
Tropiezo en torpes acuarelas,
sutiles,
veladas
e infranqueables
Y en el harapo de no ser correspondido,
tiendo la última Palabra.
Amor
Zenón
un día de 1973
Hermosa palabras
ResponderBorrar