Hay un lugar de la ventana por donde
caprichosamente entra el Sol,
y no otro
A la misma hora de todos los días
te abriga en la fraternidad,
y en la delicada caricia
de ese ulular acompasado del Tiempo
Este que fue otro y para otros,
en otros miradores,
en otras arrugas,
en otra reminiscencia,
Al pie del patíbulo,
a la orilla de un rio sin nombre,
en las estepas mas crueles
y en el silencio del espíritu.
El mañana será igual,
pero el tiempo nuestro habrá terminado,
el Sol antojadizo penetrara otras Almas
Zenón, en algún lugar serrano
- 2017 -
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