En la soledad de la piedra
y la dureza triste del último hueco
Esa mirada solapada
al acecho de rapiñas
Una presa descuidada,
abandona su futuro
en altares indefensos
Azarosos profetas injurian a las bestias,
blasfeman a la vida,
sermonean con infiernos
y viven otra vida.
Las palabras escondidas
no cantan piedra libre
Sus juegos ya perdieron,
los instantes compartidos
Zenón del Arrabal
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