Desencuentro de salir sin buscar,
y saber que pensábamos lo mismo.
En una necesidad construida de casualidad,
al cruce de miradas en el Varela Varelita.
Vos evocando con nostalgia
las tardes en el barrio Histórico de la vieja Colonia,
Yo rumiando palabras de un pueblo apagado de provincia.
Que confín del río del Plata nos separaba,
a pesar de esa mesa al medio,
Y al grito del gallego "agarré el 32 a la cabeza",
nuestros mundos se unieron.
Corrimos bajo el aguacero de las
antiguas barrancas de Belgrano, y nos despertamos
siendo dos desconocidos.
Sí..., ausentes de los tiempos,
de las almohadas hundidas,
de las mantas húmedas,
y las camas de flejes vencidos.
Extraño ese ritual,
los desacuerdos,
los casuales encuentros,
los mercantes del puerto
y tu sonrisa púrpura de abril.
A vos que seguro lo estás leyendo
en el Portón de Campo, junto a los restos
de las antiguas murallas del Sacramento;
bajo la brisa suave del atardecer
cansino.
Otoño 1994, Bs As, Colonia del Sacramento,
Uruguay
No hay comentarios.:
Publicar un comentario