El correr del agua golpeando las piedras,
ya marcadas por las arrugas de los años,
curtidas de sol,
de viento
de frio
y las escarchas.
El correr del agua golpeando las piedras,
ya marcadas por las arrugas de los años,
curtidas de sol,
de viento
de frio
y las escarchas.
Abandoné la lluvia gris de primavera, volviendo de la sombra hostil y fría Las paredes ya no hablan, sólo reflejan impávidas los casca...
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